Su anfitrión, Marion
Servicios
- Agua potable
- Barbacoa
- Electricidad
- Piscina
- Lavadora
- Tendedero
- Aseos (en la vivienda)
- Internet inalámbrico (wifi)
- Ducha (en la vivienda)
- Acceso para discapacitados
- Terreno vallado
- Tren o autobús
- Tiendas
- Juegos infantiles
Descripción
Reglas
Extras
Tienda lista
4 plazas
Sup 5€/nuit
Actividades
- Bar / Restaurante
- Bienestar
- Canoa / Kayak
- Equitación
- Eventos
- Pesca
- Rutas
- Visitas culturales
Fotos




Ubicación
Obtendrá los datos exactos de la ubicación cuando la reserva esté confirmada.
9 reseña
Excelente-
Marion y Ludovic nos recibieron muy bien. Todo fue perfecto y con gusto volveremos para otras vacaciones.
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Pasamos una velada encantadora. La bienvenida fue cálida. Nos sentamos a la sombra del cerezo. A nuestra hija le encantó la piscina. Gracias de nuevo.
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Una experiencia muy agradable, tuve una estancia maravillosa. Una bienvenida muy cálida e inolvidable. Una reunión muy agradable
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Muy buena ubicación a la sombra de un gran cerezo.
Cálida bienvenida de nuestros anfitriones. Marion y Ludo son amables, atentos y discretos.
Buen mojito de bienvenida.
Magnífico baño con una limpieza ejemplar.
En resumen, volveremos...
Gracias de nuevo. -
Súper anfitriones, un placer
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Una cálida bienvenida y un bonito entorno. ¡Recomendamos el lugar!
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Un gran lugar para alojarse. Unos anfitriones muy amables y simpáticos, casi como una familia. Tal y como se describe. Les agradecemos la gran hospitalidad y estaremos encantados de continuar. Recomendación absoluta.
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Gran acogida, Marion y Ludo son muy amables y simpáticos. Tienen una hermosa casa y dos hermosos perros. Me lo pasé muy bien con ellos. ¡Los recomiendo si estás en la zona!
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Nos recibieron con los brazos abiertos Marion y Ludo con un suculento Mojito de bienvenida. Hermosa casa, con baño y ducha de lujo, así como la piscina donde tuvimos la oportunidad de nadar. El prado es muy práctico, plano, sombreado y muy agradable. Los recomendamos a todos los Gampers. Gracias de nuevo a nuestros anfitriones por su cálida acogida.
Yvan y Bea